En una era donde los mercados cambian de la noche a la mañana y las políticas evolucionan más rápido de lo que las cadenas de suministro pueden adaptarse, el marco legal que respalda las operaciones comerciales ya no es solo una formalidad administrativa, es un activo estratégico.

En todo EE. UU., México y América Latina, las empresas se encuentran cada vez más inmersas en complejas disputas comerciales que tienen poco que ver con malas decisiones de negocio y todo que ver con la disrupción sistémica. Fuerza mayor, entregas retrasadas, exclusividades terminadas, renegociaciones repentinas de precios: estos ya no son eventos marginales. Se están volviendo rutinarios en un entorno definido por la inflación, el proteccionismo y la inestabilidad del suministro.

Hemos entrado en una nueva era de litigios comerciales, donde la sala del tribunal no es solo un último recurso, sino parte de una estrategia proactiva de gestión de riesgos.

¿Cómo se Ven Afectadas las Disputas Contractuales por las Cambiantes Condiciones Económicas?

Tomemos, por ejemplo, la reciente ola de litigios que estamos viendo de empresas que intentan hacer cumplir o escapar de los términos de contratos de larga data. En el entorno económico volátil actual, los choques arancelarios han cambiado drásticamente las estructuras de costos de miles de acuerdos transfronterizos. Esto es especialmente cierto en industrias como la manufactura, la electrónica y la automotriz, donde las cadenas de suministro y los precios están estrechamente entrelazados.

Lo que solían ser contratos de suministro rentables ahora a menudo son económicamente inviables. De repente, las empresas enfrentan fuertes aumentos en los costos de materias primas, transporte y producción, a veces saltando hasta un 25% o más debido a nuevas políticas comerciales o aranceles. Esto lleva a una pregunta legal crítica: ¿un aumento de costos tan significativo le da a una parte el derecho de rescindir el contrato o renegociar sus términos?

La respuesta rara vez es sencilla y casi siempre depende del lenguaje específico del contrato. Muchos acuerdos incluyen cláusulas como fuerza mayor o disposiciones de dificultad, que tienen como objetivo abordar eventos imprevistos que hacen que el cumplimiento de las obligaciones contractuales sea difícil o imposible. Sin embargo, estas cláusulas a menudo se redactan en términos vagos o demasiado limitados que los tribunales pueden no respaldar bajo escrutinio.

Los jueces se han vuelto más cautelosos al interpretar estas disposiciones, particularmente cuando los contratos no definen claramente qué eventos califican verdaderamente como “imposibilidad comercial”. Por ejemplo, una cláusula de fuerza mayor podría enumerar desastres naturales o actos de guerra, pero podría no cubrir explícitamente dificultades económicas como aumentos arancelarios o inflación. Sin un lenguaje claro, los tribunales pueden dictaminar que estos cambios económicos no justifican la rescisión o renegociación del contrato.

Esta falta de claridad coloca a las empresas en una posición difícil: una parte puede argumentar que el cambiante panorama económico altera fundamentalmente el acuerdo, mientras que la otra puede insistir en que el contrato debe respetarse tal como se redactó originalmente. Como resultado, las disputas contractuales en esta área son cada vez más comunes y complejas, lo que requiere abogados de contratos hábiles que puedan interpretar estos matices y guiar a los clientes a través de los desafíos.

¿Qué Papel Juega la Fragmentación de la Cadena de Suministro en las Disputas Contractuales?

La fragmentación de la cadena de suministro es otro punto de presión. Un solo retraso en la cadena de suministro ascendente puede crear un efecto dominó de reclamos por incumplimiento de contrato, sanciones y pérdidas operativas en la cadena de suministro descendente. Para las empresas globales, estos no son solo problemas domésticos. Requieren estrategias de cumplimiento transfronterizas, coordinación jurisdiccional y mecanismos de resolución de disputas de múltiples capas.

Esta complejidad es la razón por la que las empresas necesitan abogados de disputas contractuales y abogados de incumplimiento de contrato con experiencia que entiendan cómo navegar los desafíos locales e internacionales de manera efectiva.

¿Cómo Puede la Preparación Legal Marcar la Diferencia en los Litigios Comerciales?

Aquí es donde el litigio deja de ser solo una reacción a los problemas y se convierte en una ventaja estratégica. Las empresas que consideran la preparación legal como una parte central de su diseño de contratos y planificación comercial están constantemente mejor posicionadas para gestionar disputas de manera efectiva. En lugar de esperar a que surjan los conflictos, estas empresas toman medidas proactivas para minimizar los riesgos y proteger sus intereses.

Por ejemplo, trabajamos en estrecha colaboración con los clientes para auditar a fondo sus contratos y acuerdos clave. Este proceso ayuda a identificar posibles puntos débiles, cláusulas obsoletas o lenguaje ambiguo que podrían dar lugar a costosas disputas en el futuro. Al detectar estos problemas a tiempo, las empresas pueden renegociar términos o agregar aclaraciones que reduzcan la posibilidad de litigios.

Además, la creación de vías claras de escalada dentro de los contratos o las políticas internas ayuda a evitar demandas innecesarias. Esto podría incluir pasos de mediación o arbitraje diseñados para resolver conflictos de manera rápida y eficiente antes de que lleguen a los tribunales. Dichos mecanismos ahorran tiempo, dinero y relaciones comerciales.

Cuando las disputas se intensifican, tener estrategias de cumplimiento personalizadas es crucial. Esto significa saber exactamente cómo proceder legalmente para proteger activos, hacer cumplir derechos o negociar acuerdos de una manera que se alinee con los objetivos más amplios de la empresa. Estar preparado con estas estrategias convierte el litigio de una posible responsabilidad en una herramienta poderosa.

¿Por Qué las Empresas Deberían Trabajar con un Abogado de Litigios Comerciales Antes de que Surjan las Disputas?

A medida que el contexto económico y geopolítico continúa evolucionando, los abogados de litigios comerciales seguirán siendo un compañero constante, y potencialmente costoso. Pero para aquellos que lo anticipan, estructuran su riesgo de manera inteligente y toman la ley tan en serio como el balance general, no tiene que ser una responsabilidad. Puede ser una palanca estratégica para la estabilidad, la continuidad y el crecimiento.

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Acerca de Matthew Carcano

Matthew Carcano es socio y director del Departamento de Litigios de Saltiel Law Group. Lidera un equipo de abogados y asistentes legales en el manejo de asuntos complejos de litigios comerciales en diversas industrias y jurisdicciones. Además de supervisar la estrategia del caso y el litigio, Matthew es responsable del desarrollo profesional de todos los abogados y asistentes legales dentro de la firma. Con una amplia experiencia en tribunales estatales y federales, así como en foros de arbitraje, es conocido por su enfoque estratégico en litigios y su persuasiva defensa. Hablante fluido de español, Matthew asesora a clientes tanto de EE. UU. como de América Latina en disputas transfronterizas y nacionales.